martes, 28 de octubre de 2008

En Ovidio Lagos y Córdoba – Rosario – Provincia de Santa Fe



En la avenida Ovidio Lagos casi esquina con la calle Córdoba, en la ciudad de Rosario, fue colocada en 1968 una placa de Carlos Gardel, realizada en bronce, la cual lamentablemente fuera sustraída al derrumbar el muro allí existente.


Fue realizada por el escultor autodidacta Erminio Blotta, nacido en Morano Cálabro, provincia de Cosenza, en Calabria, Italia, el 8 de noviembre de 1892, falleciendo en Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina, el 23 de enero de 1976.


Erminio Antonio Blotta Mainieri, tal su nombre completo, fue llevado por sus padres en un barco de inmigrantes hasta la ciudad de Rosario, arribando a principios de 1894.

Trabajando como aprendiz en el entonces “Ferrocarril Central Argentino”, descubrió sus habilidades como escultor, al modelar diversas figuras con la arcilla que se utilizaba para tapar la boca del horno de fundición.

En el taller de medallas de Marcos Vanzo, comenzó a modelar en arcilla y en mármol, placas y retratos funerarios, continuando en 1909 con José Nardi orientador de muchos escultores.

En 1912 con los artistas Emilia Bertolé y Alfredo Guido, organiza el “Primer Salón Nacional de Rosario” (llamado “Petit Salón”) en un negocio de pintura llamado “La Casa Blanca”, donde exhibió sus primeros bronces, los bajorrelieves de León Tolstoi, Charles Baudelaire y Anatole France.


A fines de 1915 arma su taller de escultura en un amplio galpón situado en la avenida Pellegrini 1708, modelando placas fúnebres y esculpe en mármol a Beethoven, instalado en el “Parque Independencia” de Rosario.


En noviembre de 1916 en momentos en que estaba terminando de esculpir el monumento a Juan Bautista Alberdi en el actual barrio homónimo, le saltó una esquirla de mármol que le rompe los lentes, penetrando el vidrio en ambos ojos. Pasa varios meses completamente ciego y desesperado. A principios de 1917 se opera en Buenos Aires con el cirujano profesor Pedro Lagleyze (a quien más tarde en agradecimiento le haría una escultura), y lograría recuperar la visión del ojo izquierdo.


El cirujano Lagleyze le recomienda trasladarse hacia fines de 1917 o principios de 1918 a Villeta, en Paraguay, donde contrae nupcias con Carmen de Jesús Prieto Ruiz.

En esos años recolecta arte indígena de los tupí guaraníes, existiendo todavía sus obras y o sus copias en varias ciudades de Paraguay, como Asunción, Villeta, Boquerón y Emboscada, entre otras.

Varios años más tarde, por su dedicación y amor por la tierra guaraní, fue designado “Ciudadano Honorario del Paraguay”. El 17 de octubre de 1970, en el periódico “Patria” de Asunción expresó: “Mi mayor deseo sería morir como paraguayo”.

En su período juvenil aparte de modelar la arcilla esculpía mármol y piedra. Pero a mediados de la década del veinte, produce menos torsos de mármol (Santiago Ramón y Cajal y los presidentes Roque Sáenz Peña y Carlos Pellegrini), inclinándose más hacia la producción de obras de arcilla, que hace fundir en bronce.

Pertenecería a la escuela de escultura simbolista, cuyo representante más conspicuo fue el francés Auguste Rodin, con una gran influencia del arte griego.

Evolucionó simplificando las formas, con una interpretación cada vez más clásica de la figura humana. Desde la cara de Leandro N. Alem de 1920 fue llegando a formas y modelos recreadas sin rebuscamiento, los rostros expresan serenidad como en el “Monumento a la Madre”. Buscaba más la perfección que la originalidad, y su estilo experimentó pocos cambios durante su carrera.


En sus últimos años le es otorgada una pensión graciable por la “Municipalidad de Rosario” por su labor artística.

En 1978, dos años después de su fallecimiento, se rebautizó el pasaje “Mercado”, en el barrio Alberdi de Rosario, pasando a llamarse pasaje “Escultor Blotta”.

El 9 de marzo de 2006, el “Consejo Municipal de Rosario”, declaró al escultor “Artista Distinguido Post Mortem” de la ciudad de Rosario, a través del Decreto Nº 27.167/06, que en su Artículo 3º instruía a la “Secretaría de Cultura y Educación” a disponer de los recursos necesarios para la elaboración y publicación de un catálogo razonado de la obra de Erminio Blotta.


El escultor decía que le había costado mucho trabajo reflejar la sonrisa del mito, según Luis Ernesto Aguirre Sotomayor, (1915-2004), docente, periodista y escritor rosarino, biógrafo del escultor, que publicó en 1970 el libro “C. Erminio Blotta, escultor autodidáctico”, realizado  en base a una invalorable serie de entrevistas que el escritor le hiciera al artista.

La C proviene de Carmen, el nombre de su difunta hermana (1896-1900), de quien el escultor Erminio utilizó su partida de nacimiento. En la reedición el autor Sotomayor confunde la C y escribe G. Se podría entender como una metáfora de la confusión de nombres creada quizás involuntariamente por el escultor.

Cerramos la presente entrada con algunas de las placas que realizara Erminio Blotta, (firmada como Herminio Blotta), lamentando no poder contar con la que le dedicara a Carlos Gardel, razón por la cual encabezamos la presente entrada con la placa que le dedicara al general Justo José de Urquiza, para poder observar su estilo, e imaginarnos como podría ser la del querido cantor.
  



Fuente principal consultada: http://es.wikipedia.org

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