miércoles, 31 de diciembre de 2008

EN “LA NOCHE DE LOS MUSEOS” – BUENOS AIRES


En Berlín en 1977, surgió la idea de que los museos abrieran sus puertas los sábados en horas de la noche, para ampliar la convocatoria del público, que por falta de interés o tiempo, pudiera recorrer el patrimonio cultural de los museos.

A partir de allí, la iniciativa fue adoptada en más de cien ciudades europeas, siendo Buenos Aires en 2004, la primera capital de América que se adhirió a esta iniciativa, a través de la Dirección General de Museos, dependiente de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural, con un recorrido de veintinueve museos, con una asistencia de más de cincuenta y cinco mil personas.

En la quinta edición realizada el sábado 15 de noviembre, a partir de 19 horas y hasta las 2 de la madrugada del día siguiente, organizada por la Subsecretaría de Cultura de la ciudad de Buenos Aires y auspiciada por el Diario “Clarín” y la Revista “Ñ”, el recorrido abarcó ciento veinte museos y paseos públicos, agregándose por primera vez los barrios de Barracas, Mataderos, Boedo y Caballito, con una convocatoria estimada en más de cuatrocientos mil cincuenta participantes.

Dentro de la organización prevista para el circuito Barrio Norte, Abasto, Congreso, el “Museo Casa Carlos Gardel”, situada en la calle Jean Jaurès, casa comprada por Carlos Gardel para su madre Berthe Gardes, programó los festejos con una exhibición de la filmografía del máximo cantor en Estados Unidos, documentación, fotografías, discos, fotos, contratos, telegramas y partituras, más la participación de artistas convocados como, Tito Alonso, Lucrecia Merico, Daniel Pérez, Gloria Díaz, Hernán “Cucuza” Castiello, el cuarteto La Quimera del Tango, Tanghetto y un busto inflable de Carlos Gardel, realizado por Alejandro Mañanes, que iniciando su recorrido frente al obelisco, se desplazará por la ciudad para emplazarse frente a la sede del museo.

Allí, la cuadra estaba adornada con lamparitas de colores, filetes en las paredes de las casas y los faros que iluminaban la vereda. Se levantó un escenario, con pantalla de fondo para las proyecciones fílmicas y junto a la gente que se hizo presente en la velada, lucían dos carretas de la época fileteadas y el “Carlos Gigante”, con su eterna sonrisa, levantándose en lo alto, moviéndose al compás del tango y el viento, con la leyenda “Soy Gardel” en su base.

A diferencia de las ediciones anteriores que finalizaban con murga y rock, en Jean Jaurès 735, el cierre correspondió a la estatua inflable de Gardel, marcando un icono porteño más representativo.

El creador del globo inflable de “El Morocho del Abasto”, Alejandro Mañanes, tiene 46 años de edad, mientras que su pareja y ayudante incondicional, Nancy Cravena acusa 36 años. Residen en la ciudad de La Plata y desde hace una década desarrollaron el arte de los muñecos inflables, realizando hasta el presente aproximadamente ciento ochenta trabajos.

Tanto el muñeco de Gardel, como los demás, son concretados en su domicilio particular, en un pequeño taller de 12 metros cuadrados, donde el proceso de trabajo se divide en etapas específicas. Comienza con la imagen de lo que se quiere lograr, practicando el artista varios diseños, hasta encontrar el adecuado, para luego proceder a armarlo, coserlo con máquina de coser, e inflarlo en solamente un minuto y finalmente pintarlo, habitualmente en la vereda de su casa.

Resulta interesante ver al muñeco cuando es transportado en automóvil. No sólo se aprecia su gran tamaño, sino que se lo puede contemplar de espaldas.

Según declara el propio Mañanes, estas esculturas son realizadas únicamente por tres artistas en el mundo, uno en New York, otro en Inglaterra y los suyos, con el valor agregado de que sus muñecos tienen movimiento y efectos especiales.


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